Cuando llegué a casa y vi otra vez las babosas campando a sus anchas por el jardín no me pude contener. Me entraron ganas de aniquilarlas. Pero aunque las pises (que da un asco que no veas) no se mueren. Clavarles un palo tampoco es nada agradable, dado su tamaño. Así que se me ocurrió hacer una pira. Puse carton en un tarro, cogí una babosa asquerosa y la incendié. Y lo tengo que confesar, me sentí como Dexter, sintiendo que hacía justicia y saboreando el placer macabro.
Tamaño de la víctima
Inicio de la falla
A esta babosa la metí en papel de cocina e incendié el papel. ¿¿¿Cómo pueden salir airosas???
3 comentarios:
Sara, me estás dando miedo... en serio incendiaste la babosa?? aunque me puedo imaginar tu desesperación... a lo mejor hay algún tipo de remedio o truco casero para ahuyentarlas, no sé, algún repelente natural. He leído que los caracoles y babosas odian la arena, y también se pueden trituras cáscaras de huevo y ponerlas por el suelo, eso tampoco les gusta...
Es lo que tiene vivir en un sitio donde llueve día sí y día también... ánimoooo
un beso
Dice Sergio, (que esta encantado con lo de la pira de babosas)...:
¿por qué no haces una hoguera las metes en una caja de carton y metes la caja en la hoguera?
Puedes hacerlo por San Juan...!
Dice Sergio que podria ir a visitarte y hacerlo EL, (el exterminator de babosas) aqui de momento esta ocupado con las cucarachas ¿a que de esas no tienes tu?
EStoy flipando!! Imagino que no lo harias delante de los niños!!
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