A veces pienso que debería cambiar de campo de investigación. Algunos artículos científicos me parecen de cuenta de la vieja, perogrulladas o que describen los sabios conocimientos de nuestros abuelos y abuelas.
Desde que era pequeña me hago una idea de cómo es la gente según el calzado que llevan. Para mí, los zapatos dicen mucho de la persona que los calza. Cuando Diego nació me dí cuenta de que no era la única que hacía esta asociación Después de un montón de horas dilatando y sin que Diego asomara la cabeza, por fin apareció un ginecólogo que me examinó y ordenó que me llevaran al paritorio. Lo que sucedió allí dentro mejor me lo guardo. El caso es que este ginecólogo era greñudo. Cuando la abuela Pilar (abuela paterna de Héctor y bisabuela de Diego) vio a este medico pensó "vaya tipejo que le ha tocado". Luego miró sus zapatos. Estaban relucientes. Entonces añadió "tiene que ser un tipo serio y profesional".
Y la verdad es que ni la abuela Pilar ni yo nos equivocamos demasiado después de mirar hacia abajo...
Ahora, ya es científico juzgar a partir del calzado:
"Investigadores de la Universidad de Kansas (EE UU) han
demostrado que podemos juzgar con un 90 por ciento de precisión cuáles son la
ideología política, el género, los rasgos emocionales y la personalidad de un
individuo simplemente mirando sus zapatos. En un estudio cuyos resultados
publica la revista Journal of Research in Personality en su edición de agosto,
Omri Gillath y sus colegas trabajaron con 63 estudiantes a los que les
mostraron más de 200 fotografías del calzado de voluntarios a los que, previamente,
se había realizado un test de personalidad. Los observadores lograron averiguar
con relativa facilidad si la persona era liberal o conservadora, extrovertida o
introvertida, si era o no emocionalmente estable, así como su nivel de
simpatía, inseguridad, ansiedad y aislamiento, entre otras características.
También consiguieron descubrir, a partir del calzado, el nivel social y los
ingresos con un 45% de precisión. Los resultados revelan que quienes usan
zapatos de bota alta tienden a ser menos amables, más antipáticos e inclinados
a evadir relaciones íntimas. En cuanto al color, los zapatos más coloridos
revelan serenidad. Por otra parte, las mujeres solían llevar los zapatos más
incómodos. Las personas concienzudas y serias llevaban zapatos que, sin ser
nuevos, estaban pulcramente limpios. Los zapatos más prácticos y funcionales
pertenecían a usuarios simpaticos."
http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0092656612000608
En UK esta asociación también sirve (mientras puedas elegir qué zapatos llevar y cómo, sirve para todo el mundo). Otras de las anécdotas que quería enseñaros hace tiempo tiene que ver con los zapatos. No solo en las casas son un poco desastre para el orden y la limpieza, a veces ese caos se lo llevan al trabajo, incluyendo dejar pares y pares de zapatos en tu puesto, sin contemplar si a los compañeros de al lado les importa su presencia...
Voilà mi oficina (vista lateral derecha y vista trasera):
